¿Qué entendemos por un colegio familiar?

Una comunidad

Quizá lo primero que pensamos cuando hablamos de un colegio familiar es en un grupo de personas, alumnos y profesores, capaces de crear y afianzar lazos humanos parecidos a los que se viven en el ámbito familiar.

Es evidente que los alumnos tienen en gran estima este concepto y no estan dispuestos a definir como familia a cualquier tipo de comunidad.

Sólo, si en el colegio encuentran un ámbito acogedor y respetuoso siempre dispuesto a defenderlos, un lugar en el que se puede vivir y crecer en paz y seguridad, donde se sienten amados, queridos, defendidos y aceptados tal como son, sólo si se dan estas características, los alumnos entenderán y afirmarán que su colegio es familiar.

La familia es el ámbito primero y propicio para la educación. Padre y madre ofrecen a sus hijos afecto y exigencia, flexibilidad  y rigurosidad, amor y verdad, seguridad y autonomía. El colegio ofrece a los padres una ayuda especializada en esta tarea de educar a sus hijos y lo hace en el ámbito de la instrucción.

El colegio no ha de convertirse en una fábrica de aprobados masivos o en un salón de autoayuda. Será un colegio si es capaz de transmitir enseñanzas y será familiar si es capaz de hacerlo de un modo cercano y afectuoso ¡Todo un reto…!

Con valores compartidos

La tarea de convertirse en un colegio familiar no podrá realizarse sin las familias. Sólo si el colegio tiene valores compartidos con las familias podrá tener una base sólida para una colaboración fructífera.

Ningún colegio puede educar contra los padres y, desde luego, no será nada educativo que las familias eduquen contra lo que se enseña en el colegio. Es necesario, por tanto, una «alianza educativa» entre familia y colegio para educar con coherencia, sentido y de un modo familiar, es decir, reconocible.

Para que se pueda realizar una alianza educativa es necesario que exista una comunicación fluída y regular entre colegio y familia para que ambas partes estén informadas sobre el progreso del estudiante, sus necesidades y los desafíos que enfrenta.

Se requiere también que colegio y familia trabajen juntos para desarrollar estrategias y planes de acción que apoyen el aprendizaje del estudiante. Esto puede incluir cosas como establecer expectativas comunes, proporcionar tutoría en el hogar y participar en actividades escolares.

No podemos olvidar que esta alianza educativa debe basarse en la confianza y el respeto mutuo entre escuela y familia. Ambas partes deben estar dispuestas a escucharse, colaborar y trabajar juntas para el bien del estudiante.

Esta alianza educativa no puede olvidar a los alumnos. Ellos deben sentir que el colegio les ofrece una atención personalizada, que se adapta a sus necesidades y su ritmo de aprendizaje, pero también, a su vez, deben estar dispuestos hacia el aprendizaje, las normas y retos educativos que se les propone en el colegio.

Sin esta capacidad de escucha, de confianza, y por qué no decirlo de obediencia, será imposible una educación «familiar» y se convertirá en otro tipo de relación más formal, fría y llena de normas, protocolos, denuncias, sospechas y luchas de unos contra otros.

Donde las responsabilidades se reparten.

¿Qué papel educativo ejerce la familia?

La familia debe proporcionar un espacio en el hogar libre de distracciones donde los estudiantes puedan estudiar y realizar tareas escolares. También deben establecer expectativas claras sobre el comportamiento y el uso del tiempo, y deben fomentar un ambiente positivo que valore la educación.

La familia debe estar al tanto del rendimiento académico del estudiante, revisar sus tareas y boletines informativos, y comunicarse con los maestros si surge alguna inquietud.

La familia debe crear un ambiente donde la lectura sea una actividad valorada y disfrutada. Esto puede implicar leer juntos en familia, visitar la biblioteca con regularidad y proporcionar acceso a una variedad de materiales de lectura.

La familia debe brindar apoyo emocional al estudiante, escuchar sus preocupaciones, ayudarlo a desarrollar habilidades de resolución de problemas y enseñarle valores importantes como la responsabilidad, el respeto y la empatía.

La familia debe mantener una comunicación abierta con el colegio sobre el progreso del estudiante, sus necesidades y cualquier desafío que pueda estar enfrentando. Deben asistir a reuniones de padres y maestros, participar en eventos escolares.

¿Qué papel educativo ejerce el colegio?

El colegio debe crear un espacio físico y social adecuado para el aprendizaje donde los estudiantes se sientan cómodos, respetados y seguros para explorar, cuestionar y crecer.

El colegio debe ofrecer un currículo sólido y relevante que prepare a los estudiantes para el éxito en la vida y en sus carreras profesionales. Este currículo debe abordar las diversas necesidades e intereses de los estudiantes, y debe basarse en estándares y expectativas claras.

Los maestros deben utilizar estrategias de enseñanza efectivas que promuevan el aprendizaje activo, la participación y la colaboración entre los estudiantes. Deben estar capacitados para atender a las necesidades individuales de cada estudiante y para utilizar diferentes métodos de evaluación para medir el progreso.

El colegio debe mantener una comunicación abierta y frecuente con las familias sobre el progreso académico, el comportamiento y el bienestar general del estudiante. Esto puede hacerse a través de reuniones, boletines informativos, correo electrónico, llamadas telefónicas o plataformas en línea.

El colegio debe crear oportunidades para que las familias participen activamente en la educación de sus hijos. Esto puede incluir asistir a eventos escolares, ser voluntarios en el aula, formar parte de comités escolares o participar en actividades de aprendizaje en el hogar.

Donde familia y colegio nos apoyamos mutuamente en la tarea de educar

El colegio ha de tener como modelo a la familia en su capacidad de crear lazos afectivos de seguridad y crecimiento feliz. La familia debe tener como modelo al colegio en su capacidad de lanzar a los alumnos a la responsabilidad, al esfuerzo, al deber de vivir y mejorar el mundo en el que viven. Los alumnos necesitan una familia que no se desentienda de las tareas escolares, necesitan también un colegio que no desatienda el bienestar afectivo de sus alumnos.
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